5 dic 2012

ANA y GIZ suscriben convenio a favor de poblaciones de Ica y Huancavelica

 Claus Kruse, Asesor Principal del Proyecto ACCIH y El Jefe de la ANA Dr. Hugo Jara Facundo
La Autoridad Nacional del Agua (ANA) y el Proyecto Adaptación al Cambio Climático y Reducción del Riesgo de Desastres en Cuencas Priorizadas de Ica y Huancavelica (ACCIH) de la GIZ suscribieron, el 4 de diciembre de 2012, un convenio específico de cooperación interinstitucional, en el marco de un convenio marco suscrito el pasado mes de agosto. El objetivo del acuerdo es coordinar esfuerzos para contribuir a un manejo integral y sostenible de los recursos hídricos en las cuencas de los ríos Ica y Pisco, en los departamentos de Ica y Huancavelica, a través de acciones tales como la conformación de los Consejos de Recursos Hídricos de las cuencas identificadas de dichos ríos, el apoyo a la asociatividad local en torno al tema de los recursos hídricos y el manejo de las cuencas identificadas y el intercambio de información técnico-científica en políticas y gestión del recurso hídrico, entre otras.

El convenio fue suscrito por el Dr. Hugo Jara, Jefe de la ANA, y el Sr. Claus Kruse, director del Proyecto ACCIH-GIZ, en presencia del Sr. Walter Barrutia, Subdirector de la Unidad de Cooperación Internacional de la ANA, el Sr. Luis Pérez, director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, el Sr. Máximo Hatta, representante del proyecto de Modernización de la Gestión de Recursos Hídricos, el Sr. Jorge Benites, Director de Conservación y Planeamiento de los Recursos Hídricos, entre otros funcionarios de la ANA, así como del Sr. Aldo Ortega, Coordinador de medidas de adaptación al cambio climático del Proyecto ACCIH-GIZ. 

El Dr. Jara invocó a sus funcionarios a realizar un trabajo de equipo en conjunto con el Proyecto ACCIH, en beneficio de las poblaciones en el ámbito de acción del proyecto, y expresó el compromiso de la ANA con el tema del cambio climático. “La realidad hoy exige nuevas especialidades, nuevos paradigmas… Necesitamos que nuestros funcionarios convivan con las poblaciones, que sean consejeros y una ayuda para ellos. A eso apunta la gestión de la ANA”, remarcó.

Por su parte, el Sr. Kruse reafirmó las palabras del Jefe de la ANA, indicando que el gran reto en la cuenca del río Ica no solo es el aspecto técnico o económico sino lo social, lo político e, incluso, lo cultural, y señaló que gracias al esfuerzo conjunto de la ANA, la Administración Local del Agua (ALA), la Autoridad Administrativa del Agua (AAA) y la GIZ, la cuenca del río Ica se convertirá en una cuenca modelo en el Perú. 

El convenio tiene una vigencia de tres años. 


21 nov 2012

Taller de socialización de las experiencias en agroclimatología

Taller realizado el día 21 de noviembre por el proyecto de Adaptación al cambio climático en Ica y Huancavelica – ACCIH, El objetivo principal de este taller fue socializar e intercambiar experiencias en el tema de la agroclimatología en el contexto de la adaptación frente al cambio climático a cargo de profesionales de la Corporación CIAGUA de la Universidad del CAUCA de Colombia. Este intercambio de experiencias se dió a conocer luego que el equipo de profesionales de CIAGUA realizara una visita durante los días 18, 19 y 20 de noviembre, a la parte media y alta de la cuenca del río Ica, ámbito de los distritos de Ayaví, Tambo, Santo Domingo de Capillas, San Francisco de Sangayaico y Santiago de Chocorvos, de la provincia de Huaytará.

Durante el taller se resalto la importancia de la agroclimatología pues permite asegurar la eficacia de la planificación de cultivos, optimizando la cantidad y calidad de las cosechas, en base a la captura de datos que permiten realizar un análisis y estudio estadístico para relacionar factores climatológicos y actividades agrarias, a través de tecnologías de monitoreo cercano al tiempo real.

Apolinar Figueroa, Director Científico de la Corporación CIAgua; realizando la socialización de la experiencia luego de su visita, a la parte media y alta de la cuenca del río Ica.

 Leer artículo en el Diario La Voz de Ica

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8 nov 2012

Intercambio de experiencias para la conformación de los consejos de recursos hídricos de cuenca

La Cooperación Alemana al Desarrollo GIZ en el Perú, a traves del Programa de Agua Potable y Alcantarillado (PROAGUA), y el Proyecto Adaptación al cambio climático y reducción del riesgo de desastres en cuencas priorizadas de Ica y Huancavelica (ACCIH), realizaron el Taller "Análisis de modelos de diseño institucional de una Secretaría Técnica responsable de la gestión integrada de los recursos hídricos a nivel de cuenca hidrográfica"; en las instalaciones del Hotel el Carmelo, los días 6 y 7 de noviembre.

Se conto  con la participación de  profesionales que integran el Consejo de cuencas conformados por los países de Francia y Alemania, quienes brindarán el apoyo técnico y normativo para la confromación de los consejos de recursos hídricos de cuenca de la región. También estuvieron presentes los representantes de la Autoridad Administrativa del Agua Chaparra Chincha (AAA), representantes de EMAPICA, el PETACC  y la junta de usuarios (JUDRI Y JUASVI); quienes realizaron una exposición del diagnóstico situacional de cada una de sus instituciones. El objetivo principal del taller fue dar a conocer los diferentes puntos de vista de los actores que gestionan el uso del recurso hídrico en la cuenca hidrográfica del río Ica y así concertar un manejo integral de las cuencas hidrográficas y lograr el uso sostenible del agua.

Durante el segundo día de trabajo se visito las instalaciones de EMAPICA, donde se pudo conocer el sistema, la calidad y la distribución del agua potable, luego se visito las instalaciones de la futura planta de tratamiento de aguas servidas en el distrito de la tinguiña, finalizando el recorrido en una empresa agroexportadora donde se aprecio el manejo del agua y su sistema de riego por goteo.  

Ing. Edson Ríos Villagomez, explicando a los asitentes el trabajo que viene realizando la Triple AAA Chaparra Chincha

Integrantes de las instituciones públicas y privadas durante su visita a la empresa agroexportadora

16 sept 2012

HUANCAVELICA – CUSCO:


Intercambio de Experiencias y Vivencias 

Como parte de sus actividades de fortalecimiento institucional, el Proyecto Adaptación al Cambio Climático en Ica y Huancavelica- ACCIH y el Programa Adaptación al Cambio Climático en la Región Andina – ACC. Realizaron en conjunto, del 11 al 14 de setiembre del presente año, una pasantía a la región de Cusco con el propósito de:

1- Conocer las estrategias y metodologías de innovación campesina implementadas en la región de Cusco como soporte para la adaptación al cambio climático.
2- Conocer la Plataforma Regional de Agua de Cusco y su experiencia en cosecha y siembra de agua afín es de identificar los aportes de desarrollo económico y social.
3- Firmar el convenio entre el Proyecto ACCIH, AMARKAS y los alcaldes de Huancavelica para que se realice el apoyo técnico de los campesinos técnicos Kamayok de la región de Cusco en zonas de Huancavelica.

Durante la visita se contó con la asistencia de representantes de los distritos de Ayaví, Tambo, Sangayaico y Chocorvos (Región Huancavelica), quienes visitaron Municipalidades y Comunidades Campesinas de Cusco. En el distrito de Layo, los participantes pudieron apreciar el cambio de actitud de los pobladores de las comunidades de Taytuncca y Urinsaya, quienes aplican tecnologías innovadoras y buenas practicas en manejo de pasto, crianza de ganadero, viviendas saludables y transformación de productos lácteos. 

Adicionalmente, los participantes lograron conocer el trabajo que viene realizando la Plataforma Regional de Agua de Cusco, respecto a estudios y evaluaciones de vulnerabilidad frente al cambio climático. Ello, a través de la visita de las Comunidades Campesinas de Araycalla y Masqua en los distritos de Yaurisque y Huanoquite.

Finalmente, se pudo apreciar los beneficios y sinergias que logran las municipalidades rurales gracias a la conformación de una mancomunidad. Así como el desarrollo económico y social de las comunidades campesinas a través de la mejora de sus técnicas y prácticas diarias. De esta pasantía nació el acuerdo entre los alcaldes de la Región Huancavelica y los campesinos técnicos - Kamayok, para que repliquen las técnicas innovadoras y buenas prácticas en sus zonas como respuesta a la implementación de propuestas para la adaptación al cambio climático.


 Alcaldes y comuneros de los distritos de Ayaví, Tambo, Sangayaico y Chocorvos durante su visita al distrito de Layo en Cusco.

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17 ago 2012

PROCESO DE TITULACIÓN EN HUAMANÍ

Con la partcipación del alcalde del distrito de San José de los Molinos, el Gerente de Recursos Naturales y el Estimador de Riesgos del Gobierno Regional de Ica, y representantes de COFOPRI, se visitó el C.P. de Huamaní para realizar un reconocimiento del Centro Poblado, como trabajo previo al proceso de titulación de las viviendas.

Durante la visita, Claus Kruse explicó los trabajos de reconstrucción que ha realizado la Cooperación Alemana en Huamaní, que comprenden el reordenamiento urbano/rural del pueblo, la construcción de viviendas de adobe sismorresistes reforzado con geomalla, la identificación de las zonas de riesgo, la construcción de obras de prevención, la construcción de la nueva red de agua, etc. Todos estos trabajos se realizaron siguiendo el Plan Específico elbaborado previamente.

Con chaleco rojo: el representante de COFOPRI, quién esta coordinando el proceso de titulación de los predios
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3 ago 2012

EXPOFERIA AGROPECUARIA EN SANTO DOMINGO DE CAPILLAS


Expoferia Agropecuaria organizada por la Municipalidad Distrital de Santo Domingo de Capillas con el apoyo de la Agencia Agraria y el Proyecto ACCIH-GIZ de la Cooperación Alemana.

La feria se realizo en el  estadio municipal del distrito,  donde se llevo a cabo el concurso para el mejor ganado vacuno, ovino y productos derivados de la leche como son: los quesos (mejorado y artesanal),  yogurt, mantequillas y otros. Además fue un momento idóneo para degustar platos típicos de la localidad como la mazamorra de sanky.

Pobladores mostrando su ganado ovino durante el concurso
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1 ago 2012

MÁS VALE PREVENIR QUE LAMENTAR

La gestión del riesgo de desastres

Se viene un gran terremoto en Lima y con él se viene un gran desastre. Estos dos enunciados son tan fatalistas como ciertos. En los medios de comunicación, las proyecciones y especulaciones están a la orden del día. Pero más allá de la pregunta sobre el grado de afectación al que estaremos sujetos, pasado un tiempo la pregunta una vez más será: ¿qué hemos aprendido?

No es necesario esperar el desastre para sacar conclusiones. Sabemos desde ya cuáles son los problemas, cuáles sus causas y cuáles las posibles soluciones. Sin embargo, seguimos exponiéndonos al riesgo de sufrir desastres. Es más, seguimos generando más riesgos. Porque hay algo que debemos terminar de entender: no existen los desastres naturales. Lo que hay son fenómenos naturales que nosotros convertimos en desastres al exponernos a ellos. Siendo así, de lo que se trata es de reducir nuestra vulnerabilidad frente a estos peligros, llámese terremoto, fenómeno de El Niño, helada, sequía, etc. Esto requiere de algunas explicaciones.

Entre quienes están vinculados profesionalmente a los desastres (los “desastrólogos” como se les conoce coloquialmente) se maneja una ecuación que resume el tema:

RIESGO = PELIGRO X VULNERABILIDAD

Para entender lo que se oculta detrás de esta ecuación debemos analizar los factores cuidadosamente.

El factor peligro (o también amenaza) posiblemente sea el que todos entendamos con mayor facilidad. Hay muchas definiciones del término, todas válidas, pero para efectos de esta explicación lo definiremos como “la posibilidad de la ocurrencia de un evento físico que puede causar algún tipo de daño a la sociedad”.


(foto: Harry Díaz)
Los peligros se dividen en tres grupos: naturales (sismos, inundaciones, sequías, heladas, lluvias torrenciales, vientos huracanados, tsunamis, etc.), antrópicos o tecnológicos (es decir, aquellos ocasionados por el hombre: derrames tóxicos, incendios urbanos, explosiones, etc.) y socio-naturales (es decir, aquellos que parecen naturales pero que se dan por causa de actividad humana: deslizamientos o huaycos por deforestación, salinización de suelos por sobrexplotación de acuíferos, desertificación, etc.). A estos tres grupos habría que sumarle aquellos peligros que se verán incrementados por causa del cambio climático (dependiendo del lugar, éstos podrían ser el aumento de períodos de frío o calor, de inundaciones o sequías, de vientos o lluvias, aumento del nivel del mar, deglaciación y pérdida permanente de fuentes de agua, menor predictibilidad de lluvias, etc.).

Estos peligros de por sí no significan ninguna amenaza para las personas mientras no seamos vulnerables a ellos. Por ejemplo, un terremoto en un lugar apartado de la selva amazónica difícilmente terminará siendo un desastre; tanto como una helada en medio del Sahara. Por ello, el segundo factor es la vulnerabilidad. La vulnerabilidad es la condición por la que las personas y sus medios de vida no están preparados para resistir el impacto de los peligros; es la debilidad de la comunidad para soportar las consecuencias de los desastres.

La vulnerabilidad, a su vez, depende de tres factores: la exposición, el grado de resistencia (o por el contrario el grado de fragilidad) y la capacidad de recuperación (lo que se conoce como resiliencia). Para entender estos tres conceptos imaginemos una vivienda en Zurich, la capital suiza, y otra vivienda ubicada en el cauce de un río seco en alguna zona urbana marginal de la costa peruana. Si pensamos en un peligro, digamos, en sismos, podremos ver que la segunda vivienda está más expuesta que la primera, ya que rara vez se registran sismos de gran magnitud en Suiza. Imaginemos, además, que la casa en Zurich está construida sobre suelos aptos para construcción, que se construyó en base a planos técnicos desarrollados por ingenieros especialistas, que se utilizaron materiales adecuados y de buena calidad, que se respetaron las normas y que además se ha realizado un adecuado mantenimiento de la vivienda. Por el contrario, la otra casa se construyó sobre suelos no apropiados para construcción, sin planos ni especialistas, utilizando materiales inadecuados y nunca se le dio un buen mantenimiento. Muy probablemente la segunda casa sea mucho más frágil que la primera y no podrá resistir los efectos de un sismo fuerte. Por último, en caso la vivienda en Suiza se viera seriamente afectada por algún fenómeno natural (p. ej. un derrumbe), posiblemente su propietario tenga los medios económicos para recuperarse de la pérdida económica. Además, el Estado tendrá un sistema de emergencias instalado que se activará para apoyar a los damnificados; y por último el propietario posiblemente tenga un seguro contra eventos que le repondrá buena parte de la pérdida económica. Para su contraparte peruana la situación no será tan favorable.

Queda claro entonces, que los peligros no nos amenazan por el solo hecho de existir, sino más bien porque nos exponemos a ellos de forma inadecuada, vulnerable. Es así que el riesgo de desastres es la combinación de los peligros con nuestras propias vulnerabilidades. El riesgo constituye una probabilidad de daños relacionada con la existencia de ciertas condiciones en la sociedad. Cuando un peligro se materializa e impacta fuertemente sobre nuestras vulnerabilidades, entonces hablamos de un desastre.

Lo que hay son fenómenos naturales que nosotros convertimos en desastres al exponernos a ellos. Siendo así, lo q se trata es de reducir nuestra vulnerabilidad frente a estos peligros. (foto: Archivo de la red de Periodistas/Comunicadores en Gestión del Riesgo de Desastres)
Estos desastres, en cualquier escala, nos arrojan hacia atrás, nos hacen retroceder en nuestro desarrollo. Esto se entiende de mejor manera con una simple gráfica.
 











 

Imaginemos nuestro desarrollo como una línea que parte de un punto A (el nivel de desarrollo en el que nos encontramos como sociedad, como comunidad, como familia, como individuo) y llega a un punto B (el nivel de desarrollo que alcanzaremos después de un tiempo y tras haber invertido diversos recursos).

Sabemos que el desarrollo no se da de esta manera (y mucho menos es una línea recta), ya que la vida de las personas y de las sociedades se ven sujetas a diversas circunstancias. Entre éstas, el efecto que tienen los desastres se puede graficar de la siguiente manera:
 















Lo que nos muestra el gráfico es lo siguiente: cada vez que sucede un desastre se pierde parte del nivel de desarrollo que se alcanzó anteriormente. Se pierden viviendas, se dañan carreteras, escuelas y hospitales, se lastiman personas, gente muere. Como grupo humano retrocedemos a un estado anterior de desarrollo. Hemos perdido tiempo y dinero.

Cuando finalmente alcancemos el nivel de desarrollo que habíamos esperado lograr inicialmente (el punto B), habremos invertido muchos más recursos y habremos perdido mucho más tiempo que el previsto por causa de los desastres.
Por ende, el objetivo final de la gestión del riesgo de desastres es disminuir ese retroceso que se da cada vez que nos afecta un desastre. En ese sentido, la gestión del riesgo es parte fundamental del desarrollo.
 
¿Y cómo se gestiona el riesgo? Pues bien, tenemos en primer lugar lo que se conoce como la gestión reactiva. Todos conocemos la gestión reactiva gracias al buen trabajo que viene realizando el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI) desde hace varios años: simulacros de sismo, implementación de almacenes para atender emergencias, identificación de zonas seguras para ubicarnos en casos de emergencias, etc. Todas estas acciones apuntan a reducir los daños que se ocasionarán en un futuro desastre. Es decir, se asume que se viene un desastre y por lo tanto hay que estar preparados para que no nos afecte tanto. Lo interesante es notar que no se evitan desastres sino se trata de disminuir sus efectos.
 
En segundo lugar está lo que se conoce como la gestión correctiva. La gestión correctiva sí trata de disminuir el riesgo de que suceda un desastre. Es decir, no espera que se presente una emergencia que nos va a afectar, sino trata de disminuir la posibilidad de que se produzca el desastre. Para entender la diferencia, un ejemplo. En caso del desborde de un río, la gestión reactiva es aquella que nos va a permitir actuar inmediatamente después del desborde (por ejemplo con equipos para rescatar a personas que hayan quedado atrapadas en medio de las aguas). La inundación sucederá y dañará lo que se ubique en la zona inundada (viviendas, campos de cultivo, infraestructura pública, etc.). La gestión correctiva, por otro lado, será aquella por la cual construyamos un muro de contención para que el río no se desborde. Es decir, vamos a reducir el riesgo de que se produzca un desastre. Se llama correctiva porque va a corregir un error: nunca debió construirse infraestructura alguna en una zona que es vulnerable a inundaciones.
 
En tercer lugar tenemos la gestión prospectiva. Mientras la gestión reactiva asume los desastres como hechos y reduce los daños, y la gestión correctiva reduce los niveles de riesgo existentes, la gestión prospectiva busca no generar nuevos riesgos en los procesos de desarrollo. Se le denomina prospectiva porque busca anticiparse a una realidad futura en el presente. “Si hoy construyo en este lugar mañana seré vulnerable a las inundaciones”. Obviamente, estamos hablando de la planificación del desarrollo y sobre todo del desarrollo urbano. Todos entenderemos que es la mejor forma de gestionar el riesgo: evitando que se genere.

También con adobe se puede construir de manera segura si
se contemplan elementos básicos: ubicación, cimentación, 
mezcla y dimensiones adecuadas del adobe, uso de tecnologías 
de sismorresistencia como la “geomalla”, viga collar, etc. 
(foto: Gari Solórzano)
El Estado peruano ha reconocido hace algunos años que si bien el INDECI ha venido realizando una labor importante en la gestión del riesgo, los esfuerzos se centraron principalmente en la gestión reactiva. Ahora, el Estado ha creado el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (CENEPRED) como un órgano adscrito a la Presidencia del Consejo de Ministros, precisamente para gestionar el riesgo de manera prospectiva y correctiva. Adicionalmente, el Ministerio de Economía y Finanzas ha incorporado el análisis del riesgo de desastres como requisito para todos los proyectos de inversión pública en el Sistema Nacional de Inversión Pública, el famoso SNIP. Saludamos y apoyamos estas iniciativas del Estado que ayudarán a cambiar nuestra manera de pensar los riesgos para finalmente empezar a reducir los terribles impactos que tienen los desastres en nuestro desarrollo.

¿Y qué nos toca como ingenieros, arquitectos y urbanistas? Pues bien, tenemos la responsabilidad de incorporar la gestión del riesgo de desastres en las labores que nos competen como profesionales. En las fases de planificación y diseño de una obra se deberá tener en cuenta el análisis de riesgo como elemento fundamental de un buen proyecto. ¿Qué peligros existen en la zona del proyecto? ¿Qué tan vulnerable será la obra a esos peligros? ¿Qué medidas adicionales debo incluir en el diseño del proyecto para reducir la vulnerabilidad de la obra? Estas son algunas de las preguntas clave que debe hacerse todo proyectista antes de entregar su proyecto. Otra responsabilidad ineludible es la de gestionar adecuadamente el territorio, función muy relegada en las últimas décadas por las autoridades del país, desde el nivel nacional hasta el distrital. Debemos ubicarnos en esta coyuntura favorable de toma de conciencia de la sociedad con respecto a la necesidad de gestionar los riesgos de manera adecuada.
 
¿Cómo hacerlo? Eso será tema en la siguiente oportunidad.

Claus Kruse
Director Sur de la Sociedad de Urbanistas del Perú SURP
Jefe de Proyecto de la Cooperación Alemana al Desarrollo GIZ